La Ablacion en Colombia

LA ABLACION CLITORIDEA

Junto a la Mutilación Genital Femenina(MGF),que puede ser ablación de tejido de cualquier parte de los genitales femeninos, conforman prácticas que aún hoy y con una tendencia La ablación clitorídea es la mutilación parcial o total del órgano femenino sexual llamado clítoris. creciente en nuestros tiempos contemporáneos, toman lugar en varias partes de África, alrededor de todo el mundo y en el suroccidente Colombiano no es ausente tampoco. La tribu Embera-chamí desde hace siglos es practicante fiel de este procedimiento al cual denominan curación.
Las recién nacidas son sometidas a esta mutilación en condiciones rudimentarias y con muy poca higiene. Muchas niñas mueren desangradas o de infección. Sin mencionar su muerte o gran limitación en cuanto a placer sexual se refiere.
La pregunta del millón es por supuesto: ¿Es esta práctica justificable desde el terreno cultural y/o religioso? o ¿Hasta dónde debe o puede llegar la cultura, es arguméntale este sufrimiento desde éste ámbito?
Numerosos estudiosos del tema en nuestro país expresan diferentes opiniones. Unos antropólogos dicen que no es juzgable y que a nivel cultural es válido, pues se ve influenciado por arraigadas creencias y costumbres que dé en ser respetadas y no juzgadas desde la óptica que manejamos; defensoras de los derechos de las mujeres dicen que es una práctica abominable y debería ser prohibida y judicializada por ser una violación y absoluta negación al libre desarrollo y goce corporal además de los graves daños sicológicos que acarrea.
Bueno, hay varios documentos y testimonios al respecto. Nosotros como colectivo no tomamos postura , lo exponemos como un elemento de la cultura que da para un amplio debate. Y usted ¿Qué piensa al respecto?
Los indígenas se defienden apuntando que piensan que al quitar el clítoris evitan que las mujeres sean víctimas de malformaciones en el futuro. No es para evitar placer sexual como se dice. Por lo menos, eso sostienen ellos.
Por otro lado Florence Thomas sostiene: "es una práctica sobre la cual no debe ni preguntarse un punto de vista, porque es un acto condenable ante el que no se debe invocar la cultura". y que tiene muy claro que la cultura no debe rayar los límites del sufrimiento.
Más importante aún es la opinión de las indígenas quienes responden diciendo "Reprochamos esta doble moral de nuestros hermanos no indígenas, que da pie a que los sectores oportunistas y retardatarios se prendan de este hecho para calificarnos de salvajes e incivilizados".